Una mañana en el bosque de Nottingham habitaba mucha gente pobre pero alegre porque tenían a un ídolo, Robin Hood.
Pero un día llegó al pueblo de Nottingham un joven valiente e iba repartiendo comida y Robin dice
-Hola ¿te conozco?
-No, me llamo Aye of the Hendida
-Y yo Robin, Robin Hood.
Pero ninguno de los dos sabía que pronto los soldados atacarían de nuevo. Un día sin que ellos se den cuenta un soldado envía una flecha con una nota en la punta y decía – “pronto nosotros atacaremos”- cuando uno del pueblo grita
-Robin, Hendida vengan lean esto pronto.
-Robin, debemos idear muchas trampas para el amanecer dice Hendida
-Muy bien debemos trabajar todos.
Esa noche Hendida, Robin y sus hombres del pueblo trabajan hasta el amanecer.
Vinieron guerreros de a montones, al rato empezó la guerra. Flechas de fuego y los soldados sedientos de sangre y ansiosos. Al terminar el día, salieron victoriosos, Robin, Hendida y sus hombres. Pero Hendida estaba herido por una flecha en su hombro izquierdo, Robin lo ayudó a que se levante, lo llevó a curarse.
Más tarde Hendida le dijo -Robin mi trabajo acá ya esta hecho. Vine aquí a Nottingham buscando emociones y la encontré, gracias fue un placer y un privilegio pelear a tu lado ahora debo marcharme adonde el destino me aguarda
-No gracias a vos por ayudarnos contra esos bribones, como muestra de nuestra gratitud es un placer entregarte esto, una espada de aluminio ligera como una pluma y mas filosa que otras espadas que andan por ahí, este arco hecho de oro, plata y bronce, no importa la flecha que uses el arco va a duplicar el poder de la flecha y estas flechas que también son de oro, plata y bronce. Estas flechas atraviesan cualquier cosa, y comida para el camino Cuídate valiente guerrero- dijo Robin
-Adiós a todos gracias por curarme el hombro y por las bellas cosas que me regalaron, adiós – dijo hendida.
fin
Pero un día llegó al pueblo de Nottingham un joven valiente e iba repartiendo comida y Robin dice
-Hola ¿te conozco?
-No, me llamo Aye of the Hendida
-Y yo Robin, Robin Hood.
Pero ninguno de los dos sabía que pronto los soldados atacarían de nuevo. Un día sin que ellos se den cuenta un soldado envía una flecha con una nota en la punta y decía – “pronto nosotros atacaremos”- cuando uno del pueblo grita
-Robin, Hendida vengan lean esto pronto.
-Robin, debemos idear muchas trampas para el amanecer dice Hendida
-Muy bien debemos trabajar todos.
Esa noche Hendida, Robin y sus hombres del pueblo trabajan hasta el amanecer.
Vinieron guerreros de a montones, al rato empezó la guerra. Flechas de fuego y los soldados sedientos de sangre y ansiosos. Al terminar el día, salieron victoriosos, Robin, Hendida y sus hombres. Pero Hendida estaba herido por una flecha en su hombro izquierdo, Robin lo ayudó a que se levante, lo llevó a curarse.
Más tarde Hendida le dijo -Robin mi trabajo acá ya esta hecho. Vine aquí a Nottingham buscando emociones y la encontré, gracias fue un placer y un privilegio pelear a tu lado ahora debo marcharme adonde el destino me aguarda
-No gracias a vos por ayudarnos contra esos bribones, como muestra de nuestra gratitud es un placer entregarte esto, una espada de aluminio ligera como una pluma y mas filosa que otras espadas que andan por ahí, este arco hecho de oro, plata y bronce, no importa la flecha que uses el arco va a duplicar el poder de la flecha y estas flechas que también son de oro, plata y bronce. Estas flechas atraviesan cualquier cosa, y comida para el camino Cuídate valiente guerrero- dijo Robin
-Adiós a todos gracias por curarme el hombro y por las bellas cosas que me regalaron, adiós – dijo hendida.
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